Te dije se mi maestro
estoy ávida de aprender,
quiero que tu me enseñes
no hay tiempo que perder.
Tomamos el camino largo
programamos la ejecución,
arreglaste tu departamento,
pues eres un gran anfitrión.
La lluvia nos había alcanzado
y todo a nuestro alrededor
parecía un escenario planeado
para hacer el amor.
Húmeda hasta las rodillas
me ofreciste algo de calor
ropa seca y abrigadora
nos armaron de valor.
Nos sentamos muy cerca
mientras chispas corrían
a nuestro alrededor
un roce de nuestros brazos
y yo no podia contener la pasión.
No me preguntes si puedes
mirame y ve que muero por ti
estoy deseosa de un beso
o alguna caricia febril..
Sentí tus labios sobre los míos
no lo podía creer
que en tu cuerpo yo me fundía
tu me haces enloquecer.