Si, es ella la que está de rodillas, con mi cinturón en su cuello.
Lleva mis dientes marcados en su piel, en sus labios.
Mis manos en sus muñecas y tobillos
y mi palma estampada en su rostro y nalgas.
Su coño y su culo abierto escurren mi semen.
Le tiemblan las piernas y le cuesta hablar.
Aún así, me basta su mirada para saber lo que dice: Eres mío
Y, lo soy.