Cubre mis ojos con una venda.
Viste mi desnudez con una cinta.
Me guías a mi asiento y te siento recorrer mi cuerpo, poseerlo
con tus manos. Disfrutar mis formas, mi humedad y calor. Sujetas mis manos y
las sometes a nuevas ataduras, no me resisto. Me dejo hacer.
Cúbreme de besos. Saborea mi piel, imprégnate de mí.
Te escucho alejarte. Intento ubicarte pero el tapete ahoga el sonido de tus pasos.
Te oigo respirar, caminar por el cuarto. Deshacerte de tus prendas y dejarlas caer
al suelo. Entonces…
Silencio.
¿Dónde estás?
Siento tu presencia y mi mente, que empezaba a calmarse, se
agita al percibir tu aroma, tu calor. Recorres mi cabello, mi rostro y bajas por mi cuello, mi
pecho, mi vientre… acaricias mi pubis y hundes tus dedos entre mis labios.
Abres y cierras, entras y sales.
¡Quisiera tener mis manos libres! Mmm
Cierro los ojos, dispuesta a dejarme llevar.
¡Pero te detienes!
Recorres mi cuello con tus labios mientras tus dedos
juegan con mi cabello, me sujetan y acercan a… ti. No me resisto, se lo que
quieres y te lo quiero dar.
Bajo. Mis labios rozan tu entrepierna, recorriendo el camino. Quiero probarte. Acaricio
tu glande con mi lengua, aprisiono en mis labios tu miembro y lo siento crecer.
Tus dedos se deslizan entre mi cabello, sujetándolo; marcando el ritmo de tu deseo
y mi excitación crece con tu respiración agitada.
Te recorro de arriba a abajo, succionando cada vez con
más fuerza. Quiero que te vengas, quiero probarte...
Cúbreme con tus ganas.
Lléname de ti.
Lléname de ti.
Te convulsionas. Tu cuerpo se arquea hacia mí y tus manos
sujetan mi cabeza. Puedo sentirlo…