Y yo que creí que todo estaba dicho..
Una sesión más, él dice, yo respondo, reímos, algo cambio.. Es como si se hubiera dado cuenta de mis pensamientos y enfocara los suyos a no dejarse llevar hacia donde mi pervertida imaginación quería, de hecho yo hice lo mismo, pero.. aun había una inquietud.
Era una mañana como cualquier otra, habíamos ido por un café y yo opté por la opción fría, nos sentamos frente a frente conversando, de todo y de nada, de sus ideas para conquistar el mundo y las mías para apoyarlo. Todas esas sensaciones que había estado racionalizando habían hecho que mi imaginación se tranuilizara, sin embargo, algo en nuestra última conversación me había vuelto a inquietar...
Si.. la palabra fue rar@.. no supe si nuestras definiciones eran iguales o diferentes así que decidí arriesgarme..
Solo era un pequeño juego, quería evaluar su reacción, pero lo confieso, lo hice con toda la intención...
Algo le pregunté y comenzó a hablar, me vio muy serio, y de la forma mas sexosa, imaginando que era él, tome el popote entre mis labios y lo saboree.. solo fue un segundo en el que mi imaginación se fue, pensando como sería sentir su piel contra mi rostro, mis manos acariciandole y mis labios dándole placer; solo fue un segundo, en el que soñe con su firmesa entre mis manos y mis labios saboreando esa primera gotita que te indica que todo esta bien.. Cerré los ojos y exhale, al abrirlos salí de mi fantasía y lo miré..
Lo miré y lo miré... y lo seguí mirando... El me observaba fíjamente, pero en realidad no me veía, estaba ahí frente de mi, sin hablar, sin respirar, sin decir una palabra mientras podía ver en su mirada perdida que él también compartía mi fantasía..
Si pasaron 10 segundos o media hora no lo se, solo se que su fantasía era mas intensa que la mía pues tuve que dejar de mirarlo..
Bajé la mirada, voltee hacia otro lado y entonces... salió de su trance y regresamos a nuestra conversación.