Quiero chupártela.
Mi boca dibujó una sonrisa perversa al escucharla porque, eso era algo que siempre me ha gustado de ella: era esa fijación oral, esa ansia por tener mi verga en su boca.
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Quiero tomarla en mis manos y apretarla con mis labios. Sentir como tus dedos sostienen mi cabello mientras te escucho gemir. Quiero sentir como empujas hasta que mi boca te contenga completo.
Su deseo solo era comparable al mío al recordar su habilidad de fellatora. La propuesta encendió mi líbido pero mi deseo escalaba. Si, quería desbordarme en su boca pero, si iba a profanar sus labios... no sería lo único, quería más.
Sabes que no solo puedo entrar en tu boca, ¿cierto?
¿Y, en dónde mas cabes? preguntó incitante
Si me quieres dentro vas a tener que dejar que mi semen fluya por cada uno de tus orificios
Su rostro mostró sorpresa ante mi imposición y sus labios una sonrisa pícara al entender mi demanda
Sabes que mi verga entra muy bien en tu niña pero... Es tiempo de que descubras lo bien que cabe en tu culo
