24 de junio de 2014

 

¡Cojámos!, así de explícito, así de vulgar.

En la cama mientras nuestros cuerpos se rozan, se desean tocar; la lujuria nos invade, nos incitamos a amar. Juguemos entre las colchas; yo soy la espina y tú una bella rosa. Envenenaré tus besos con mi cuerpo, nos encenderemos como fuego e incendiaremos nuestros más profundos sueños. 

Sujetaré tu cintura y te pondré de cabeza, tocarás el infierno y yo rozaré los cielos, navegaré por tu cuello y cantarás tus más ocultos deseos... 

Pero, ¡espera un momento!
Ahora, cojámos en el suelo.

Destilemos nuestros sentimientos, como niños pequeños. Todo empezó como un juego y terminó en orgasmos internos; sin permiso te arrancaré el calzón, y entre los laberintos de tus piernas, te besaré el corazón.
Guillermo J. Martínez

6 de junio de 2014

Te lubrica mi mirada

 
Yo se que te lubrica mi mirada.

Te miro por unos segundos,
cierras los ojos...
y te encuentras acalorada por la brisa,
que se mete por entre tus piernas,
mis pasos hacia ti te hacen blandir mil fósforos,
y mil fósforos se encienden cuando sientes mi olor,
que tus ojos se prenden como malezas,
y mi boca te enciende el ombligo,

...yo se que goteas con mi mirada.

Que mis manos te arden los pechos,
y se encienden como dos volcanes,
que tus pechos me crucifican las manos,
y tus manos se internan en mi cintura.

Que mi aliento te calienta las piernas,
y mi saliva te nubla los labios,
que se turban como el Tigris y el Eufrates,
que no puedes permanecer cerrada.

Y te preguntas ¿Yo puedo sentir eso?

Me salpica de sudor tu revolotéo,
Golondrina, te despojas de tus plumas.
Y te entregas a la gravedad de frente,
aprietas los ojos y tu boca se abre,
musitas casi delirante.

 ...y yo se que te llueves con mi mirada.

El aire escapa ahogado,
con el recuerdo de tu pecho.
Se agitan tus caderas,
y sientes como se desespera tu lengua,
que busca la carne mas dura,
como buscando coyonturas
en un faro luminoso,
que tus manos, como naufragos,
han podido al fin hallar.

Las torpezas te consumen,
desesperas de pasión,
solo buscas nieve a oscuras,
y te excita su sabor.

Abres los ojos...
y yo ya no estoy.