Prometo hablarte bonito ;)
28 de diciembre de 2014
14 de julio de 2014
24 de junio de 2014
¡Cojámos!, así de explícito, así de vulgar.
En la cama mientras nuestros cuerpos se rozan, se desean tocar; la lujuria nos invade, nos incitamos a amar. Juguemos entre las colchas; yo soy la espina y tú una bella rosa. Envenenaré tus besos con mi cuerpo, nos encenderemos como fuego e incendiaremos nuestros más profundos sueños.
En la cama mientras nuestros cuerpos se rozan, se desean tocar; la lujuria nos invade, nos incitamos a amar. Juguemos entre las colchas; yo soy la espina y tú una bella rosa. Envenenaré tus besos con mi cuerpo, nos encenderemos como fuego e incendiaremos nuestros más profundos sueños.
Sujetaré tu cintura y te pondré de cabeza, tocarás el infierno y yo rozaré los cielos, navegaré por tu cuello y cantarás tus más ocultos deseos...
Pero, ¡espera un momento!
Ahora, cojámos en el suelo.
Destilemos nuestros sentimientos, como niños pequeños. Todo empezó como un juego y terminó en orgasmos internos; sin permiso te arrancaré el calzón, y entre los laberintos de tus piernas, te besaré el corazón.
Guillermo J. Martínez
6 de junio de 2014
Te lubrica mi mirada
Yo se que te lubrica mi mirada.
Te miro por unos segundos,
cierras los ojos...
y te encuentras acalorada por la brisa,
que se mete por entre tus piernas,
mis pasos hacia ti te hacen blandir mil fósforos,
y mil fósforos se encienden cuando sientes mi olor,
que tus ojos se prenden como malezas,
y mi boca te enciende el ombligo,
...yo se que goteas con mi mirada.
Que mis manos te arden los pechos,
y se encienden como dos volcanes,
que tus pechos me crucifican las manos,
y tus manos se internan en mi cintura.
Que mi aliento te calienta las piernas,
y mi saliva te nubla los labios,
que se turban como el Tigris y el Eufrates,
que no puedes permanecer cerrada.
Y te preguntas ¿Yo puedo sentir eso?
Me salpica de sudor tu revolotéo,
Golondrina, te despojas de tus plumas.
Y te entregas a la gravedad de frente,
aprietas los ojos y tu boca se abre,
musitas casi delirante.
...y yo se que te llueves con mi mirada.
El aire escapa ahogado,
con el recuerdo de tu pecho.
Se agitan tus caderas,
y sientes como se desespera tu lengua,
que busca la carne mas dura,
como buscando coyonturas
en un faro luminoso,
que tus manos, como naufragos,
han podido al fin hallar.
Las torpezas te consumen,
desesperas de pasión,
solo buscas nieve a oscuras,
y te excita su sabor.
Abres los ojos...
y yo ya no estoy.
22 de mayo de 2014
9 de mayo de 2014
Llegar en taxi
Ya había pasado algo de tiempo desde nuestro último encuentro y ahi estábamos, a unos cuantos metros de la avenida; envueltos en las sombras de lámparas fundidas, árboles frondosos y autobuses eternamente estacionados.
Buscamos un lugar para saludarnos apropiadamente, y mientras mis manos acaricaban sus nalgas y la atraían hacía mí, rodeó mi cuello con sus brazos y susurró un Hola al sentir mi pene acomodándose entre sus piernas.
Ya excitado, la cubrí con mi abrigo y empecé a levantarle la falda cuando escuchamos que alguien se acercaba.
Ya excitado, la cubrí con mi abrigo y empecé a levantarle la falda cuando escuchamos que alguien se acercaba.
¡Espera!
Me tomó de la mano y, aunque molesto por la interrupción, la seguí a la avenida. Y, a diferencia de otras veces, conseguimos transporte facilmente. Avanzamos un par de cuadras en silencio hasta que ella me preguntó
¿Estás molesto?
Me acomodé en su cuello y la abracé por la cintura.
No, solo... ¡Ansioso!
Refugiados en la oscuridad de la cabina y alentados por un chofer casi invisible, mi mano pasó de la cintura a su vientre y de ahí a sus pechos. Se acercó y susurró a mi oído ¿Y habrá algo que pueda hacer para que no te sientas así? mientras su mano acariciaba y apretaba cadenciosamente mi entrepierna.
Le sonreí y contesté ...Sigue
Le sonreí y contesté ...Sigue
¿Me extrañaste, Senpai? preguntó, y no tuve manera de negarlo con mi miembro creciendo entre sus dedos ¿Sabes quién te extrañó?
Mi mano, que se abría paso entre sus piernas podía percibir, aún sin llegar más alla de su ropa, lo deliciosamente húmeda que estaba.
...Creo tener una idea
Sujetó con más fuerza y su mano cobró velocidad.
Dime, Senpai... ¿Quieres correrte?
Pero ya no tuve cabeza para responder.
...Creo tener una idea
Sujetó con más fuerza y su mano cobró velocidad.
Dime, Senpai... ¿Quieres correrte?
Pero ya no tuve cabeza para responder.
2 de mayo de 2014
Mónica
Había llegado la hora de decirnos adiós por el momento, nos despedimos y te acercaste para darme un beso en la mejilla. Como aquella vez que teníamos tan poco de conocernos... la recuerdas?
La química saltó al rozarnos las mejillas, al sentir nuestro aroma y sabernos tan cerca, que dejamos la sensatez y comenzamos a besarnos.
Me llevaste al interior de mi habitación; ya todos dormían, así que nadie notó nuestra ausencia.
Me desabrochaste la blusa y con un rápido ademán mis pechos fueron liberados. Desabrochaste los botones de tu camisa, te sacaste el cinturón y bajaste la cremallera.
Estabas tan excitado que solo continue lo que los besos habían comenzado...
Lo lleve a mis labios, jugaste y lo paseaste por mi senos visiblemente excitados, te mamé la verga una y otra y otra vez... me sentía tan húmeda y tu cara era de placer, así que me dejé llevar.
...Darte placer me provocaba tanto placer...
En un momento, cuando mas duro te sentía, la tomaste con la mano y comenzaste a jalarla con mucha fuerza, hasta que te veniste sobre mi boca, mi cara y mi pecho, me dijiste:
-Ahora si estás contenta.. Mónica?-
Reí y dije
- Si -
Dibujaste algo sobre mis pechos, me diste un beso y yo... desperté.
10 de abril de 2014
Cúbreme
Cubre mis ojos con una venda.
Viste mi desnudez con una cinta.
Me guías a mi asiento y te siento recorrer mi cuerpo, poseerlo
con tus manos. Disfrutar mis formas, mi humedad y calor. Sujetas mis manos y
las sometes a nuevas ataduras, no me resisto. Me dejo hacer.
Cúbreme de besos. Saborea mi piel, imprégnate de mí.
Te escucho alejarte. Intento ubicarte pero el tapete ahoga el sonido de tus pasos.
Te oigo respirar, caminar por el cuarto. Deshacerte de tus prendas y dejarlas caer
al suelo. Entonces…
Silencio.
¿Dónde estás?
Siento tu presencia y mi mente, que empezaba a calmarse, se
agita al percibir tu aroma, tu calor. Recorres mi cabello, mi rostro y bajas por mi cuello, mi
pecho, mi vientre… acaricias mi pubis y hundes tus dedos entre mis labios.
Abres y cierras, entras y sales.
¡Quisiera tener mis manos libres! Mmm
Cierro los ojos, dispuesta a dejarme llevar.
¡Pero te detienes!
Recorres mi cuello con tus labios mientras tus dedos
juegan con mi cabello, me sujetan y acercan a… ti. No me resisto, se lo que
quieres y te lo quiero dar.
Bajo. Mis labios rozan tu entrepierna, recorriendo el camino. Quiero probarte. Acaricio
tu glande con mi lengua, aprisiono en mis labios tu miembro y lo siento crecer.
Tus dedos se deslizan entre mi cabello, sujetándolo; marcando el ritmo de tu deseo
y mi excitación crece con tu respiración agitada.
Te recorro de arriba a abajo, succionando cada vez con
más fuerza. Quiero que te vengas, quiero probarte...
Cúbreme con tus ganas.
Lléname de ti.
Lléname de ti.
Te convulsionas. Tu cuerpo se arquea hacia mí y tus manos
sujetan mi cabeza. Puedo sentirlo…
26 de marzo de 2014
Es de noche
Puedo sentir su aroma a travesando mis fosas nasales, el toque de su piel quemando la punta de mis dedos, el pulso de su cuello entre mis labios...
¡Vaya que me duelen los colmillos!
19 de febrero de 2014
Un lunes cualquiera...
A veces los lunes tienen la emoción del fin de semana acumulado, los pendientes que se deben de atender con precisión y esa adrenalina de hacerlo pronto. Si, era un lunes como cualquier otro lunes de cierre de mes...
Sonó mi teléfono, contesté y la llamada era para él. En realidad no era raro que sus llamadas terminaran ruteadas a mi extensión, pero, justo en ese momento yo tenía otra llamada en el celular y no podía atenderla o rutearla... Como si lo hubiera ocurrido de manera premeditada, entró a mi oficina y tomó su llamada ahí en mi teléfono... en mi lugar.
La noche había caído temprano y en verdad queria salir, estaba cansada y pensaba en aquel chico que continuaba llamándome pero no era lo que yo buscaba para mi, y ahora tenía que terminar mi llamada y tratar de salir, el camino a casa acompañado de Bublé y la nostalgia de aquellas vacaciones en el mágico sitio arqueológico en medio de la selva...
Me dejé llevar por mis pensamientos y no me di cuenta que de nuevo eramos los últimos en el lugar, todos se habían ido al menos dos horas antes. Logré colgar mi llamada y entonces regresé de mi ensoñación para verlo ahí, hablando desde mi teléfono cubriendo por completo la salida de mi escritorio.
En realidad no era físicamente imposible de salir de mi escritorio, pero estaba cansada hasta para pensar cual sería la manera correcta de pedirle que se moviera, así que me volví a la ventana, suspiré con nostalgia y comencé a guardar mis cosas.
Lo escuché diciéndo algo, pero era algo para mí, había estirado tanto el cable del teléfono que éste estuvo a punto de caer, así que se acercó un poco más para evitarlo y me hizo voltear...
Yo estaba sentada, distraía y él, bueno... él estaba de pie junto a mi, estaba tan cerca, tan cerca de mi, que mi corazón empezó a latir de nervios por la invasión y por la anticipación, mis palmas se pusieron ansiosas y mis labios se humedecieron ante la vista...
Me ocupe las inquietas manos tomando mi celular para que no lo notara, pero él estaba tan cerca, y la vista era realmente maravillosa que anhelaba tanto desabrochar su cremallera y tocarle, sentirle creciendo entre mis dedos...
Siguió hablando y yo no pude volver a mi ensoñación, estaba maravillada por la vista, sus pantalones eran tan ajustados que practicamente podía ver su verga dibujandose sobre el pantalón, creciendo por su pantalón, hinchándose hasta que me di cuenta que no lo estaba soñando.
Le habían dejado en espera y se quedó ahí, mirándome mirarle.
No se si se sintió demasiado "ajustado" o si empezó a leer mis pensamientos, pero metió una mano por su pantalón tratando de quedar un poco más cómodo y al no lograrlo, desabrochó un poco su cinturón y el botón del pantalón...
No quise mirarlo a los ojos, esa vista era todo lo que yo necesitaba para imaginarlo posandose por mi cuello y mi pecho, rosando mis mejillas y mis labios..
No lo pensé, él acababa de volver a su llamada y yo, bajé su cremallera, justo para ver liberada su longitud sobre mis manos.
Era hermoso, alguna vez había soñado con él, pero ahora era real. Estaba frente a mi y sobre mis manos.
Lo tomé firmemente con una mano y comencé a masturbarlo lentamente, mientras lo sentía endurecerse cada vez más, despacio, despacio y aprieto, despacio, despacio y vamos de nuevo, entonces la vi, esa gotita que te dice que lo estás haciendo bien y que está lubricándose, así que con el dedo índice la probé y comencé a lubricar su glande.
Lo escuché a lo lejos tratar de mantenerse serio por el teléfono, pero su respiración se había vuelto agitada y supe entonces que tenía que besarlo.
Lo besé despacio, suavemente, solo rozando mis labios,acariciando con mi lengua su verga, despacio, suavemente, pero estaba tan firme, tan cálido, tan excitado...
Acarició mi cabello suavemente y despacio me invitó a meterla mas dentro... La chupé toda, pasé mi lengua desde el glande hasta la base, la tomé firmemente entre mis manos y la metí un poco mas, con pequeños embistes, primero despació, después más y más rápido. La saqué y la posé sobre mi cuello, se sentia tan suave su piel sobre mi piel, su calor y humedad. Tan suave y tan firme, tantas sensaciones llenandome en los labios, inundándome, abrí un poco las piernas y comencé a acariciarme, él seguía con su mano en el teléfono y jugueteando con mi cabello, sin poder casi moverse mas que esa cadencia para ayudarme con el ritmo. Yo estaba tan húmeda y comencé a gemir, pero él me recordó que estaba en llamada y que justo a fuera en el pasillo había cámaras con micrófonos.
Me sentí un poco limitada, pero lo estaba disfrutando tanto... continuamos con el vayven y así sin planearlo los dos llegamos al climax.
Terminé de guardar mis cosas y me fui, pensando que de haber sido una escena erótica censurada el habría estado jugando con el bolígrafo que traía en la mano y a la hora de llegar el resorte se le habría escapado de entre sus manos, obligándolo a esconderse detrás de mi archivero.
2 de febrero de 2014
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