13 de noviembre de 2015

Folla

Folla en el mar.
Folla bajo la lluvia.
Folla en el coche.
Folla en la cama.
Folla en la cocina.
Folla en el jardín.
Folla en el césped de la piscina pública de tu pueblo.
Folla en un faro.
Folla encima de un piano de cola.
Folla en una iglesia.
Folla en un acantilado.
Folla en la cama de tus padres.
Folla en el probador de una tienda de ropa.
Folla en tu mente.
Folla en cualquier parte.

No, no hay moraleja,
no hay gran final para
este poema.

Que folles, joder.

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