6 de septiembre de 2019

Aún no acabo contigo

Despertó con el cuerpo adolorido, la cara hinchada y el cuello ceñido aún por el collar. Yo la miraba desperezarse y tratar de recuperar conciencia.

Quítamelo dijo al distinguirme a su lado.

La tomé por la orilla del cinto y la atraje a mí.

¿Eso quieres?

Me miró resignada, muy seguramente porque sabía que ella misma no podría quitárselo y contestó

Si, por favor

Acaricié sus hombros, subiendo por su cuello. Tomando su cabello para que no se enredara en la hebilla... Y, mientras soltaba la correa y sentía su cuerpo responder a mis caricias, acerqué mis labios a su oreja y le susurré:

Que te suelte no significa que te libere. ¿Entiendes?