2 de diciembre de 2012
La última vez
Me tomo del cuello, me jalo hacia sí, sin dejarme pensar, sin dejarme respirar robó mi espacio mordió mi labio y dijo: "eres una cabroncita".
Me jaló por la cintura mientras cerraba el espacio entre nosotros, jugó con mi cabello y me dijo "te crees muy lista?, crees que puedes ponerme así y salirte con la tuya" mientras colocaba mi mano sobre su creciente erección.
Me safé de su abrazo, mordí mi labio, me reí y le dije:"si, yo puedo hacer lo que quiera, porque las cosas son cuando yo quiera y no cuando tú digas".
Me alejé contonenádome, regordeándome, mostrándole todo lo que tenía pero no le iba a dar, satisfecha con lo ocurrido, sabiendo que el poder era mío.. solo mío
28 de noviembre de 2012
26 de noviembre de 2012
A tres pasos
Entre pinturas y recuadros, edificios solitarios e historias recreadas por artistas cuyos nombres se habían perdido a través de los años, acordamos encontrarnos.
Ya dentro, vagamos sin prisa. Yo avanzaba sin poner mayor atención, deteniéndome y pretendiendo examinar los cuadros de la exposición, fingiendo no percatarme de su presencia pero sintiendo su mirada recorrerme, acariciarme desde la distancia. El espacio entre nosotros era tan insignificante ¿Qué lo detenía? Con sólo extender su manos, sus dedos me habrían alcanzado.
Para cuando me di cuenta, la sala estaba vacía salvo por nosotros... Visitantes y cuidadores ya habían avanzado hasta perderse de vista. Giré de pronto y caminé los tres pasos que nos separaban; mi mano derecha se posó en su pecho, que al contacto se aceleró, y sus ojos recorrieron el camino de mi mano hasta encontrarse con mi mirada.
¡Dilo!
Sus ojos brillaron, torció una sonrisa pero sus labios no pronunciaron palabra alguna. Entonces, lo sentí en mi espalda. Le sostuve la mirada mientras bajaba su mano hasta llegar a mi cadera.
¿Quieres que lo diga?
Y sentí desaparecer mis prendas bajo su mirada lasciva, tan llena de deseo que prendió el mío. Deslicé mi mano de su pecho a su nuca, hundiendo mis dedos en su cabello mientras con la otra acariciaba su torso.
Dilo pero esta vez fue una súplica desfalleciente.
Su cálido aliento quemó mi oreja al pronunciar ¿Tienes idea de lo que me provocas? ¿De lo que necesito de ti?
Si...
Yo quería lo mismo que él.
Tomé su rostro en mis manos y lo llevé a mis labios. Rápidamente, la cálida sensación se fue apoderando de los dos. Podía sentirlo guiar mi cuerpo hacía el suyo, sus manos ansiosas buscando un camino hacía mi piel, sus labios poseyéndome.
Una deliciosa sensación, un cosquilleo... recorría mi cuerpo entero, concentrándose en mi vientre. Justo ahí, donde podía sentirlo presionando deseoso contra mi. Acaricié sus brazos, su torso.... Su espalda. Busqué el camino hasta su oído y le ordené Rózame, siénteme, muérdeme...
¡Dilo!
Sus ojos brillaron, torció una sonrisa pero sus labios no pronunciaron palabra alguna. Entonces, lo sentí en mi espalda. Le sostuve la mirada mientras bajaba su mano hasta llegar a mi cadera.
¿Quieres que lo diga?
Y sentí desaparecer mis prendas bajo su mirada lasciva, tan llena de deseo que prendió el mío. Deslicé mi mano de su pecho a su nuca, hundiendo mis dedos en su cabello mientras con la otra acariciaba su torso.
Dilo pero esta vez fue una súplica desfalleciente.
Su cálido aliento quemó mi oreja al pronunciar ¿Tienes idea de lo que me provocas? ¿De lo que necesito de ti?
Si...
Yo quería lo mismo que él.
Tomé su rostro en mis manos y lo llevé a mis labios. Rápidamente, la cálida sensación se fue apoderando de los dos. Podía sentirlo guiar mi cuerpo hacía el suyo, sus manos ansiosas buscando un camino hacía mi piel, sus labios poseyéndome.
Una deliciosa sensación, un cosquilleo... recorría mi cuerpo entero, concentrándose en mi vientre. Justo ahí, donde podía sentirlo presionando deseoso contra mi. Acaricié sus brazos, su torso.... Su espalda. Busqué el camino hasta su oído y le ordené Rózame, siénteme, muérdeme...
Desnúdame.
25 de noviembre de 2012
Una y otra vez más...
Cerré mis ojos, mientras tus manos despejaban el camino, moviendo mi cabello para tener la mejor posición, tu nariz en mi cuello reconociéndome por primera vez.... Tus dedos dibujando círculos sobre mi hombro derecho y en mi cuerpo un temblor incontrolable. Exhalo... ahhh....
Tu otra mano sujetando mi cadera, tan firmemente, tus dedos hincándose en mi carne, haciendo que me arquee hacia ti, sintiendo tu erección creciendo contra mis nalgas, tus manos desabrochando mi pantalón y dejándolo caer lentamente, buscando la frontera de mi ropa interior, el punto sin retorno.
Metes la mano debajo de mi blusa y sin dudarlo sigues debajo de mi sostén, lengua, jadeos, besos, humedad, caricias que cada segundo se vuelven más intensas.. Mis manos sobre tus muslos sintiendo tus piernas, mis cuerpo friccionándose contra el tuyo. Mis manos serpenteando por tu cuerpo... desabrochando tu cinturón, jalando tu pantalón, buscando liberar tu erección, hasta que al fin me giro.
Estamos frente a frente y en tus ojos puedo verlo, el deseo reprimido, la tensión sexual te acercas... me acerco... Acaricio tu longitud y tu mano se hunde en mi sexo, tu boca cubre la mía con tal urgencia que no puedo más.
Sin darme cuenta me guías a la cama y me terminas y te terminas de desvestir. Te observo. Eres todo lo que soñé y más.
Intenso, creativo, fogoso. No necesito palabras no quiero hablar. Lo entiendes y te aproximas sin dudarlo..
Me reincorporo y siento tu piel. La beso y un gemido se escapa de ti. Se que todo irá bien.
Sigo con mis labios acariciando, mientras juegas con mi cabello y me guías. Te beso y me pierdo en tu sabor. Gimes, gruñes, dices algo como mi nombre, el que en tus fantasías has reservado para mi. Me detienes, algo sobre que este movimiento te va a matar y te acercas a la cama.
Más besos, más caricias, abres mis piernas y me miras, esa mirada que nunca he visto antes, parecida a esa mirada de "te quiero coger", y mientras me besas urgentemente me penetras.
Oh cielos! Es todo lo que soñé y más. Lo que había buscado y más! Ahora yo jadeo, no puedo pensar, gimo tu nombre y pido por más, me aferró a tus hombros mientras espero por más, más velocidad, más intensidad, más caricias, más sensaciones, más sudor, más besos, más labios, no pienso.. Sólo siento y quiero sentir más..
Tu aroma me invade, tu cuerpo me domina tu mirada me hipnotiza, mi cuerpo se acopla al tuyo sin hablar... y me das más. No te quieres detener y yo no quiero que te detengas, quiero que me domines y dominarte, quiero que me guies y quiero guiarte, quiero disfrutarte una y otra vez más...
Wanna play?
Quizás les parezca muy fuera de época el Duck hunting del Nintendo 8 bits... por suerte, sólo es una excusa para ver a Eva soplarle al cartucho ;P
¡Imposible no amar a una chica gamer!
24 de noviembre de 2012
Flor aurea
La blusa blanca ligera y la larga falda acentúan tu imagen de pureza. Hasta tus zapatos blancos tan al ras del suelo te hacen lucir descalza, frágil.
Caminas con las manos cruzadas en tu regazo, te meces suavemente y la falda se balancea de un lado a otro. Un prendedor rosa con forma de flor en tu cabello oscuro completa el cuadro de inocencia que reflejas.
¿Cómo no mirarte?
Me pierdo en mi imaginación.
Si pudiera poseerte... tendría que ser así.
21 de noviembre de 2012
14 de noviembre de 2012
Down there
Pareces estar y no, tendida en la cama... Parece que duermes.
Veo las gotas de sudor mezclado perlando tu piel, resplandeciente por el rubor.
Me acerco.
Beso tu cuello y sonríes sin abrir los ojos.
Beso tu oreja y un suave murmullo escapa por tu garganta.
¿Quieres más? preguntas murmurando mientras beso el nacimiento de tus pechos y mis labios recorren lentamente el camino que va de tu vientre hasta intimidad.
Sabes a donde voy y tu sonrisa crece, anticipándose.
Sabes a donde voy y tu sonrisa crece, anticipándose.
12 de noviembre de 2012
Un poco antes (O Cómo llegaron hasta ahí)
En colaboración con Mmir
Era tarde.
Habían platicado bastante y llevaban ya varias horas juntos; él observo su reloj y entonces no pudo evitar la pregunta ¿Te llevo a casa? a lo que ella contestó No, aún no quiero ir… y sin que se lo esperara, se colocó frente a él impidiéndole avanzar. Él se detuvo y la miró fijamente, sus ojos recorrieron la frágil silueta, su rostro delicado, se tomó más tiempo para acariciar con la mirada los labios, sus labios.
Deslizó una mano por su cintura y dando un pequeño paso anuló el breve espacio que los separaba. Las miradas convergieron en un deseo mutuo, los rostros se buscaron... Pero a punto de rozar sus labios, algo lo detuvo, y entonces pronunció casi sin aliento ¿A dónde quieres ir?
Ella se refugió en su cuello, desde donde contestó ¿A dónde quieres ir tú? el cálido aliento de la respuesta lo hizo estremecerse ¿Estás segura? ¿...Conmigo? ella fijó sus ojos en los de él, sin emitir una respuesta. Tantas cosas pasaban por su mente, sentía en su cuerpo... La respiración entrecortada de él vibrando contra su cuerpo, el cálido aliento sobre su piel, sus manos alrededor de su cintura, ansiosas por más. Su mirada devorándola... Todas esas sensaciones anulando una a una las previas consideraciones, las precauciones. Lo rodeó con sus brazos y alzándose sobre la punta de sus pies, la respuesta acarició su oído Sí, contigo.
Habían platicado bastante y llevaban ya varias horas juntos; él observo su reloj y entonces no pudo evitar la pregunta ¿Te llevo a casa? a lo que ella contestó No, aún no quiero ir… y sin que se lo esperara, se colocó frente a él impidiéndole avanzar. Él se detuvo y la miró fijamente, sus ojos recorrieron la frágil silueta, su rostro delicado, se tomó más tiempo para acariciar con la mirada los labios, sus labios.
Deslizó una mano por su cintura y dando un pequeño paso anuló el breve espacio que los separaba. Las miradas convergieron en un deseo mutuo, los rostros se buscaron... Pero a punto de rozar sus labios, algo lo detuvo, y entonces pronunció casi sin aliento ¿A dónde quieres ir?
Ella se refugió en su cuello, desde donde contestó ¿A dónde quieres ir tú? el cálido aliento de la respuesta lo hizo estremecerse ¿Estás segura? ¿...Conmigo? ella fijó sus ojos en los de él, sin emitir una respuesta. Tantas cosas pasaban por su mente, sentía en su cuerpo... La respiración entrecortada de él vibrando contra su cuerpo, el cálido aliento sobre su piel, sus manos alrededor de su cintura, ansiosas por más. Su mirada devorándola... Todas esas sensaciones anulando una a una las previas consideraciones, las precauciones. Lo rodeó con sus brazos y alzándose sobre la punta de sus pies, la respuesta acarició su oído Sí, contigo.
Él tomo su mano y, poco a poco, los dedos de ambos se entrelazaron.
Al llegar, él solicitó la habitación y, tras el obligado intercambio, le entregaron una llave. Recorrieron un largo pasillo alfombrado hasta llegar al número indicado y, cuando ella estaba a punto de abrir la puerta, detuvo su mano. La giró hacía él y la tomó por la cintura, las manos de ella no tardaron en buscar su espalda mientras la distancia entre sus cuerpos iba desapareciendo. Al primer beso le siguió otro, y otro más. Cada uno más íntimo y cargado de deseo que el anterior. Las manos de él se deslizaron más allá de la cintura de su acompañante mientras ella se concentraba en sentir con todo su cuerpo a su amante, ansioso de ella. El ritmo de sus respiraciones iba en aumento y sus sentidos rápidamente se perdían en las sensaciones... pero recobrándose, ella colocó la mano en su pecho y lo apartó suavemente. Sonrió y le mostró la llave, indicándole que era momento de entrar a la habitación.
Tratando de recuperar el aliento pronunció al fin Llévame dentro.
2 de noviembre de 2012
Esta historia.. continuará??
Y yo que creí que todo estaba dicho..
Una sesión más, él dice, yo respondo, reímos, algo cambio.. Es como si se hubiera dado cuenta de mis pensamientos y enfocara los suyos a no dejarse llevar hacia donde mi pervertida imaginación quería, de hecho yo hice lo mismo, pero.. aun había una inquietud.
Era una mañana como cualquier otra, habíamos ido por un café y yo opté por la opción fría, nos sentamos frente a frente conversando, de todo y de nada, de sus ideas para conquistar el mundo y las mías para apoyarlo. Todas esas sensaciones que había estado racionalizando habían hecho que mi imaginación se tranuilizara, sin embargo, algo en nuestra última conversación me había vuelto a inquietar...
Si.. la palabra fue rar@.. no supe si nuestras definiciones eran iguales o diferentes así que decidí arriesgarme..
Solo era un pequeño juego, quería evaluar su reacción, pero lo confieso, lo hice con toda la intención...
Algo le pregunté y comenzó a hablar, me vio muy serio, y de la forma mas sexosa, imaginando que era él, tome el popote entre mis labios y lo saboree.. solo fue un segundo en el que mi imaginación se fue, pensando como sería sentir su piel contra mi rostro, mis manos acariciandole y mis labios dándole placer; solo fue un segundo, en el que soñe con su firmesa entre mis manos y mis labios saboreando esa primera gotita que te indica que todo esta bien.. Cerré los ojos y exhale, al abrirlos salí de mi fantasía y lo miré..
Lo miré y lo miré... y lo seguí mirando... El me observaba fíjamente, pero en realidad no me veía, estaba ahí frente de mi, sin hablar, sin respirar, sin decir una palabra mientras podía ver en su mirada perdida que él también compartía mi fantasía..
Si pasaron 10 segundos o media hora no lo se, solo se que su fantasía era mas intensa que la mía pues tuve que dejar de mirarlo..
Bajé la mirada, voltee hacia otro lado y entonces... salió de su trance y regresamos a nuestra conversación.
Una sesión más, él dice, yo respondo, reímos, algo cambio.. Es como si se hubiera dado cuenta de mis pensamientos y enfocara los suyos a no dejarse llevar hacia donde mi pervertida imaginación quería, de hecho yo hice lo mismo, pero.. aun había una inquietud.
Era una mañana como cualquier otra, habíamos ido por un café y yo opté por la opción fría, nos sentamos frente a frente conversando, de todo y de nada, de sus ideas para conquistar el mundo y las mías para apoyarlo. Todas esas sensaciones que había estado racionalizando habían hecho que mi imaginación se tranuilizara, sin embargo, algo en nuestra última conversación me había vuelto a inquietar...
Si.. la palabra fue rar@.. no supe si nuestras definiciones eran iguales o diferentes así que decidí arriesgarme..
Solo era un pequeño juego, quería evaluar su reacción, pero lo confieso, lo hice con toda la intención...
Algo le pregunté y comenzó a hablar, me vio muy serio, y de la forma mas sexosa, imaginando que era él, tome el popote entre mis labios y lo saboree.. solo fue un segundo en el que mi imaginación se fue, pensando como sería sentir su piel contra mi rostro, mis manos acariciandole y mis labios dándole placer; solo fue un segundo, en el que soñe con su firmesa entre mis manos y mis labios saboreando esa primera gotita que te indica que todo esta bien.. Cerré los ojos y exhale, al abrirlos salí de mi fantasía y lo miré..
Lo miré y lo miré... y lo seguí mirando... El me observaba fíjamente, pero en realidad no me veía, estaba ahí frente de mi, sin hablar, sin respirar, sin decir una palabra mientras podía ver en su mirada perdida que él también compartía mi fantasía..
Si pasaron 10 segundos o media hora no lo se, solo se que su fantasía era mas intensa que la mía pues tuve que dejar de mirarlo..
Bajé la mirada, voltee hacia otro lado y entonces... salió de su trance y regresamos a nuestra conversación.
6 de octubre de 2012
La persecusión
Desde hace un par de años soy seguidor entusiasta de Agent Provocateur
...y siguen sin decepcionarme
;)
Pronto
Hablaba trataba realmente poner atención pero entre más hablaba más me distraía..
No se, pero creo que era su mirada, su sonrisa.. La forma en que sus ojos brillan... La pasión...
La comunicación fluye, va viene y algo dice, yo contesto y se sonroja.. Oh por Dios! Se ha vuelto una sirena con mejillas sonrosadas, lo veo y sólo pienso en sus labios, en sus manos, en despojar su cuerpo de las ropas que trae.
Me descubre un momento distraída y yo no se que decir... Por un momento intentó ocultar mis faltas, pero siento que cuando me mira puede leerme... Es como si me desnudara y viera en mis ojos toda la lujuria que me provoca y en defensa, desvío la mirada...
Lo veo y me pongo tan caliente.. Pero es muy pronto.. Es demasiado pronto para hacer o decir cualquier cosa..
Si.. Tendré que comportarme hasta que... Hasta que el tiempo lo indique..
Me gustas megalómano.. Me gustas y no sabes todas las cosas sucias que pienso cuando te veo.. Desde dominarte hasta dejar que me domines.
Si.. Sólo en fantasía me he estado viniendo, pero que rica sensación..
3 de octubre de 2012
Más
Quiero que veas...
Entrecerró
la cortina y se sentó nuevamente en la cama, iluminada en la penumbra, se
reclinó apoyándose sobre una mano mientras con la otra comenzó a zafar los botones de
su largo abrigo negro. Los fue botando uno a uno mientras yo contenía mi
respiración y me dejaba embriagar por el ansia de verla despojada de su primer
prenda.Ver su cuello desnudo, al descubrirse sus
hombros… sentí un mareo cuando deslizó su abrigo por su
espalda y quedó
expuesta su fina figura moldeada
por un sexy corsé morado adornado con
listones
negros y magenta... Eso no me lo esperaba.
Se deshizo de los últimos botones que aún cubrían sus piernas hasta las rodillas y dejó que la prenda reposara sobre la cama. Parecía satisfecha con mi reacción y ella misma también se veía agitada.
Se deshizo de los últimos botones que aún cubrían sus piernas hasta las rodillas y dejó que la prenda reposara sobre la cama. Parecía satisfecha con mi reacción y ella misma también se veía agitada.
Ya
no pude esperar más.
Tomando
su mano, la insté a levantarse, la giré de espaldas a mi y la cubrí con mis
brazos, buscando acoplarme a su cuerpo. Inhalé, llenándome con el nuevo aroma,
recorriendo su cuello y acariciando su cabello. Recorrí sus hombros, su
espalda... y besé donde, hacía poco, habían estado jugando mis dedos.
Mis
manos buscaron sus caderas y siguieron el camino de sus piernas
recorriéndolas, apretándolas. Y haciendo el máximo contacto sobre su falda, las
entrelacé sobre su vientre. Dio un respingo hacía atrás que aproveché para
eliminar la poca distancia que aún existía entre nuestros cuerpos. Giró su
rostro buscando mi mirada y ya sin restricciones, sin inhibiciones... Nos besamos.
2 de octubre de 2012
Primera vez
Ella fue la primera
en entrar a la habitación, en ir a las grandes ventanas de vidrio granulado,
correr las cortinas haciendo luz y oscuridad en el cuarto. En revisar la mesa
del tocador con sus vasos, el menú, el cenicero... Pero se detuvo al tomar la envoltura
plástica. Creo que fue en ese momento cuando la realidad le llegó de golpe. El
cómo habíamos llegado hasta ahí, el porque...
Me acerqué a Ella y mirando su reflejo le dije El que estés aquí... Pero deslizó su mano por mi rostro y calló mis labios con sus dedos en un gesto tan dulce que me sorprendió. Negó con la cabeza No digas nada y
tenía razón, si ambos estábamos
ahí, era porque así lo deseábamos.
Me apartó con su
mano y con una seña de su dedo me indicó quedarme ahí, recargado en el mueble. Ella
se sentó en la orilla de la cama y
puso su mochila a su lado, metió la mano. Lo primero que me mostró fue el
antifaz de plumas moradas y negras, sonreí al verlo. Una máscara, después de todo,
te permitía hacer o decir cosas
que de otra manera no podrías.
Se
volvió y me miró. Intentó decir algo que se quedó en sus labios y su rostro enrojeció. Respiró
profundo y volvió a intentarlo, tomó un paquete y me lo
extendió ¡Quiero que me cuides! Me sonrojé aún más que ella al recibir la caja pero sonreí al pensar que esa era la intención, por lo
que durara... Cuidar uno
del otro.
Se colocó el
antifaz y su
mirada cambió, sobra decir que también mi forma de verla. Ya no era esa
chiquilla conocida, ni la amiga de años...
Era una promesa.
Era una promesa.
6 de septiembre de 2012
En la oficina
La mandé llamar porque aún faltaban sus firmas en algunos documentos. Y a penas atravesó el umbral de Dirección, cerré la puerta tras ella.
Sonreímos ante la ironía.
Llevábamos algunos días buscando un momento para despedirnos antes de que acabara el curso pero no habíamos encontrado el momento. La oportunidad...
Tenía poco que el Director había tenido que salir a una de sus juntas de emergencia, la conserje no había asistido ese día (así que no había nadie que entrara y saliera de la oficina) y cómo los maestros estaban ensayando con sus grupos en el patio, con las bocinas a TODO volumen, a nadie extrañaba que la Dirección estuviese cerrada.
¿Con qué quieres empezar?
Me prometiste un abrazo pero...
¡Será el abrazo entonces!
Y sonreí satisfecho con su elección.
Pasé mis brazos por su espalda y cintura, mientras ella rodeaba mi cuello y nuestros cuerpos se encontraron cada vez más cercanos y conocidos. Entonces, en un acto más instintivo que razonado, decidí traspasar el límite implícito. Deslicé mis manos hasta alcanzar sus nalgas y por un segundo sentí su cuerpo respingar.
Ni siquiera me miró.
Se quedó tan quieta que temí su posible reacción pero ninguno de los dos soltó al otro, entonces acercó aún más su cuerpo al mío e inició un vaivén muy sensual, rozando su cadera con la mía. Mi erección no tardó en estorbarle.
Se tomó su tiempo para acomodarse y yo me dejé hacer, cuando nuestras intimidades se encontraron levantó por fin su rostro, buscó mi mirada y suspiró:
...Rico.
Y en ese momento, todo lo demás me importó un pepino.
1 de agosto de 2012
Cincuenta sombras de Grey
Recientemente empecé a leer este libro por recomendación de una amiga y debo decir que estoy complacido por el lenguaje sencillo y directo de la autora, de las descripciones que hace a través de su personaje principal, Anastasia Steele, pero sobre todo del erotismo que destila cada letra que le pertenece a Christian Grey.
No, no es una lectura sencilla ni para todo el mundo porque para entrar en el mundo de Cincuenta sombras... hay que ser la completamente-entregada-por-amor o el oscuro ser que ella intenta descubrir y amar.
Libera tu mente le dice Christian a Ana, disfruta sin prejuicios parece decir E.L. James a los lectores.
23 de junio de 2012
Sábana adentro
Siendo uno de los últimos equipos en la competencia de la escuela, sólo quedaba una prueba... hacer la hilera de ropa más larga. Suéteres y chamarras, zapatos y tenis, calcetines, gorras, playeras y... ¿blusas? Si, mucha ropa propia y prestada se colocó en la plataforma del patio, atravesó el estacionamiento pero pocos se desprendieron de su ropa como Ella. ¡Y por su puesto que no me quise quedar atrás! Poco a poco me fui despojando de cuanto llevaba puesto hasta que sólo una sábana prestada fue lo único que me cubrió.
Entonces, Ella colocó el clavo del ataúd de nuestros contrincantes; se sacó, como haciendo un truco de magia, el brassiere por debajo de un jumper que también le habían prestado... Y eso fue lo último que pudo soportar mi cordura. Como si mi piel fuera la raposa tela de mezclilla, podía imaginar la calidez y suavidad de su piel rozándose contra la mía, envolviéndola; imaginar la dura unión de las costuras calentándose en la entrada de su intimidad como si fuera la punta de mi pene. La fría tela acariciando su espalda y marcando sus suaves nalgas.
Sus pechos firmes apretados en el peto del jumper y en contacto directo ahora que ya no llevaba puesto el sujetador. Sus pezones, endureciéndose cada vez más por la extraña sensación que le producía el roce de las fibras...
¡Qué suerte que llevaba una túnica amplia! Porque la erección para ese momento ya era evidente. Fuimos anunciados como el equipo ganador y cada quien fue tomando lo suyo. Yo recolecté mis prendas de dónde las había y con la ropa bajo el brazo busqué un lugar donde vestirme. Pero, al entrar al hall del edificio más alejado, me quedé de una pieza. Ella también se detuvo, sin saber exactamente que hacer; si terminar de quitarse el overol o ponerse la prenda que tenía más cerca. Nos quedamos así por un rato que pareció eterno y entonces me acerqué a Ella, la tomé de la mano y me sonrió...
¿Hay lugar en esa sábana? Y yo abrí mis brazos para recibirla.
14 de junio de 2012
No me despiertes
Porque he estado soñando con tus labios y tu sonrisa traviesa, tus dulces besos; soñando con tus pechos asomándose descarados por el escote de tu vestido azul, provocandome a sentirlos palpitar en mis labios y probar su sabor en mi boca; he estado soñando con tus nalgas ¡Dios, cómo me gustan! Y aún, después de tanto tiempo, siento su forma y firmeza en las palmas de mi manos...
¡Quiero seguir soñando, poseyéndote en mis sueños!
Soñar con labios que han dejado atrás la timidez y besos que se beben sin pudor; soñar con manos que buscan y se encuentran en cada palmo de nuestros cuerpos; dedos que acarician, que aprietan, rasgan... Quiero seguir soñando con el calor y la humedad de tu interior, con la sed que solo calma tu fuego; soñar con la violencia sin control del acto de amor.
Quiero aturdirme con el jadeo, bañarme en el sudor, buscar lo que ven las miradas perdidas, sentir el límite y experimentar la explosión de placer llenándote y cubriéndome.
Sonríes...
Y yo ya no quiero despertar.
7 de mayo de 2012
5 de mayo de 2012
El regalo
Cuando escuché el pitido de la entrada, anunciando la llegada de un nuevo cliente, una ola de sensaciones sacudió mi cuerpo. Temor, ansias, nervios, deseo...
Y, cómo imaginé, quien subía las escaleras era ella acompañada del anfitrión. Sonrió al verme y caminó a mi encuentro en la mesa más alejada del piso. Me apresuré a ponerme de pie para darle su abrazo de cumpleaños y así nos quedamos, reconociéndonos por proximidad a través del contacto de nuestros cuerpos. Hasta que se acercó el mesero.
¿Puede darnos un momento? le pedí, y se alejó por donde había llegado. Nos separamos a penas unos centímetros pues brazos y manos se negaron a soltarse más de lo necesario.
¡Hola!
¡Hola! Me respondió y sonreímos embobados cada uno por la presencia del otro.
Tomamos asiento.
El traje sastre gris hubiese parecido una elección excesivamente discreta de no ser por lo bien que delineaba su cuerpo y bajo el chaleco, un botón travieso dejaba ver a penas el nacimiento de sus pechos a través de la blusa blanca.
Vas a tener que pedir ligero... Le dije de improviso.
Abrió los ojos sorprendida y, reponiéndose, me ofreció Si es por dinero... Reí cínico y le dije No, no es eso. Cómo puedes ver, vengo con las manos vacías pero eso no significa que no haya pensado en tí o en qué podía darte... Pero necesito tiempo.
Llamé al servicio y pedí las cartas. Ordenamos pastel y café y cuando se retiraba el mesero, la miré y le dije Voy a hacerte DOS propuestas, una de ellas, la que elijas, será tu regalo... tragué saliva, nervioso por lo que estaba por decir A unos minutos de este café hay un hotel... Me detuve esperando alguna reacción pero como no la hubo, seguí Donde tú y yo podemos... pero las palabras me traicionaron y no pude decir más. Apenado, busqué su mirada y ella me sonreía ruborizada. Mis dudas desaparecieron.
El pastel llegó y entre bromas y tonteras se fue acabando. Aún daba sorbos a mi taza de chocolate cuando me sorprendió con la pregunta ¿Y cuál es la segunda opción? La miré sin dejar de empinar mi bebida hasta terminarla ¿En serio quieres saber? intentó ocultar la sonrisa y se acercó hasta recargarse en mi hombro ¿Te digo? volví a preguntarle. Y sin despegarse, me contestó muy suavecito Pide la cuenta.
4 de abril de 2012
Iraiz
Tengo que admitir que hay algo en ti que me provoca un morbo casi obsesivo... Aún no se si es tu fina figura, tu sonrisa cínica, tu mirada morbosa o ese laaargo cabello negro en el que me encataría enredarme.
Te veo y no puedo menos que imaginarte así
Porque si, esta eres tú
...por lo menos en mi mente.
3 de marzo de 2012
La otra junta
La junta oficial terminó pero los compañeros no quisieron marcharse de inmediato. Alrededor de una botella de refresco, preparada discretamente con un poco de ron, se reunieron para hacer "la otra junta". Y como aún había trabajo en la dirección, no me uní a ellos hasta que ya llevaban un par de vasos por delante.
Me acerqué al grupo y me sorprendió encontrarla aún con ellos; la admiré por la espalda: de una delgadez sorprendente, risa contagiosa y sonrisa perversa, pero lo que siempre había llamado mi atención era su largo y oscuro cabello. Volteó, no se si habrá sentido mi mirada o sus amigas le habrán dicho pero me invitó a la plática... un par de vasos después y ya no había tópico que seguir. Cada quien estaba en su tema u ocupado.
A mi tercer vaso ya la miraba descaradamente y cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí como si comprendiera mis deseos y los compartiera.
Me acerqué más.
Siguió platicando como si nada pero su espalda ya se recargaba en mi pecho, me recliné sobre ella y mi aliento rozó su oreja, ahí sentí su cuerpo turbarse mientras mi mano izquierda tomaba su cintura y con la derecha acariciaba su brazo libre. Permanecimos así un instante que se me antojó infinito y entonces acercó sus labios a mi oído, murmuró Sígueme.
Me tomó de la mano y me dejé guiar hasta la pared oscura.
Ya atrás, subió el escalón que los alumnos usan para sentarse y quedó a mi altura, sonrió y pasó sus brazos sobre mi cuello. Nuestros labios se encontraron ansiosamente y mientras sus manos jugaban con mi cabello, las mías acariciaban su trasero.
Con voz entrecortada me ordenó Métela y mi mano no dudó en obedecer ...pero cuando el calor de sus nalgas encendían aún más mis ánimos, una voz cortó la inspiración ¡Vamonos! Y cómo cubetada de agua fría la voz de nuestro compañero nos regresó a la realidad ¿Se quedan?
Nos miramos y sonreimos entre nerviosos y resignados; estaba por soltar su mano cuando me sorprendió con la pregunta ¿Me llevas a casa?
18 de febrero de 2012
Esta noche tengo ganas de ti
Ganas de perderme en tu mirada, de ahogarme en el dulce aroma que exhalas; de acariciar tu piel conocida y de probar la que ocultas. De, por un instante infinito, ser siervo de tus deseos y amo de tus complacencias.
Y así, tras la mirada cómplice, la caricia furtiva...
Admirar tu sonrisa secreta, la que haces al sentirte plena.
1 de febrero de 2012
31 de enero de 2012
Anoche
Anoche tuve un sueño, parecía tan real... Estabamos sentados, conversando de todo y nada, de pronto una mirada se convirtió en una caricia y una caricia en una cascada de ellas...
Tus manos recorrían ansiosas mis muslos, mis senos y las mías recorrían tu hombros y se aferraban a tu espalda, la fricción subía la temperatura y así, sin pensarlo trazamos caminos al placer.
Una mano se abrió camino en mi entrepierna mientras la otra febrilmente acariciaba mi pecho, nuestros labios se reclamaban tantos besos no dados y todo seguía su camino, desabrochaste mi pantalón y tus dedos seguían jugueteando, entrando, deslizándose mas y más adentro, mi respiración se aceleraba tanto y me hacías temblar..
Mis manos dejaban de obedecerme, al parecer tenían mente propia y bajaron, desabrocharon tu pantalón deslizando el cierre tan rápido que no te percatabas de mi presencia, tu camisa perdio uno a uno los botones y en un impulso mis labios fueron bajando poco a poco por tu vientre.
La calidéz de tu abdomen y el frío del invierno me hicieron buscar mas calor, seguí besando, acariciando, sientiendo como aumentaba de volumen tu pene entre mis manos, como se volvía mas y más liso ante mi tacto, disfrutándo del sonido de tu respiración agitada, de la forma en que tus cadera me invitaba a bajar mas y mas...
Si.. mis labios llegaron a donde tan deseados eran, lentamente besé la cabeza de tu pene, se sentia tan suave y tan caliente, tan ardiente que la humedad de mi saliva, y lo suave de mis labios hacían que perdieras la noción..
Seguimos jugando y tu besaste mis labios, mi clítoris ente tus labios me humedeció.. sentí como todas las energías se juntaban en un solo punto tan intenso tan ardiente que también perdí la noción de mi, una ola de calor nos golpeó y la marea fue lo que siguió...
Desperté agitada, con tu nombre en mis labios, tus sonrisa en mi mente y unas pantaletas tan húmedas que me hicieron desear que estuvieras aquí.
6 de enero de 2012
¡Búscame!
¡Qué aqui estoy esperando!
Deseando el reencuentro de nuestras manos, de nuestras miradas y su complicidad. Ansioso por sentir una vez más el ardor en tus labios, de asfixiarme en tu aroma, de morir una y mil veces en el éxtasis de tus secretos.
¡Búscame, encuéntrame!
Sigo esperando...
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